Veréis que me he saltado la
Navidad, pues no se me ha pasado, lo he hecho adrede ya que estuve cerca de
donde voy ahora, en un hotel fabricado no con ladrillos ni hormigón sino con
“puritito” diseño. ¡¡¡¡ Un horror!!!! No voy a decir el nombre porque no quiero
perjudicarles pero diré que algunas habitaciones están decoradas por un modisto
y son de un colorido……, como podría decir……, cacofónico. Si ya sé que cacofonía
se refiere a ruidos, pero es que esas habitaciones, como poco dan dolor de
oídos y cabeza. Diré que es una Finca con bodega.
Pero no voy a perder ni un minuto más en
ese sitio.
Este fin de año estamos en
Laguardia, provincia de Álava. Han venido unos amigos y su perro, junto con
Tina y conmigo.
La villa de Laguardia, está
en un cerro y totalmente amurallada. Tuvo y tiene cinco puertas que se
mantienen en un relativo buen estado y cuyos nombres son:
Puerta de Páganos, Puerta de Carnicerías
o Puerta Nueva, Puerta de Sta. Engracia
Puerta del Mercadal y por último
la Puerta de San Juan, que está en una de los muros de la iglesia del mismo
nombre.
El pórtico es espectacular, conserva muy bien los colores
y el resto de la iglesia junto con el altar mayor son igualmente bonitos. Su construcción
comenzó a finales del siglo XII en estilo Románico, siguió en el XIV estilo Gótico
y terminando las remodelaciones en el
XVI con el Renacimiento. Finalmente la policromía de la fachada es de finales
del XVII.
Se inició la construcción de San
Juan en estilo románico y fue concluida en el gótico. Tiene una capilla
adosada, del siglo XVIII, consagrada a la Virgen del Pilar. La portada sur es
de finales del s. XII, de estilo románico francés. Su torre-campanario
perteneció al castillo que se erigía dentro de la muralla y más tarde se le
añadió la espadaña.
La Plaza Mayor es porticada,
centro de la villa. En ella se encuentran el ayuntamiento antiguo y el nuevo. Este
último muestra en su fachada el escudo de la villa y un reloj carillón con unos
autómatas que a diferentes horas del día danzan al ritmo de un pasacalles
típico de las fiestas de la localidad.
El 30 por la noche estuvimos en
Logroño comiendo pinchos en la calle Laurel, como siempre.
Hoy comíamos en Ezcarayz. Antes de llegar hemos pasado
por el Ciego, un pequeño pueblo con una bonita iglesia que fotografiamos, y
después cuando llegamos a Ezcarayz dimos un paseo. Me habían hablado de la
artesanía y de los tejidos y mantas, pero cuando paseábamos nos dimos cuenta
que casi todas las tiendas estaban abandonadas.
De vuelta pasamos por Sto.
Domingo de la Calzada y paseamos sacando fotos a la catedral y a algún palacio.
Ahora contaré algo del hotel
en el que estamos. Es el hotel Villa de Laguardia. Es muy agradable y nuestras
habitaciones luminosas y muy grandes. Tina a duras penas aguanta a Titán porque
lo ve muy grande y muy negro y mientras que él no se mueve todo va bien, pero
si da saltos o corre, ella chilla como una ratilla, asustadísima.